Desde el enfoque de las competencias, el trabajo de aula promueve más la actividad e invita a los laboratorios aplicados para la comprensión y el razonamiento, tal que se genere competitividad sin descuidar el ser. La Política educativa del siglo XXI, no solo promueve el razonamiento lógico aplicado, sino que busca que la estructura del plan de estudios actúe de manera transversal en las distintas dimensiones cognitivas y en la formación de un ser democrático, líder y participativo.
El estudio ahonda en la
necesidad de comprender el pensamiento de los niños y niñas que nacieron en
este siglo, en el mundo globalizado de la tecnología, donde la didáctica se
debate entre el saber, el saber hacer en contexto y el ser; en donde la
evolución de recursos Tic permiten una dinámica participativa y, corta la
enseñanza tradicional centrada en la pizarra, en los juegos y rondas tradicionales, en estructuras
algorítmicas y las llamadas tareas o planas de conteo o de problemas para que
se realice en la casa.
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